viernes, 10 de junio de 2011

Su risa es de cristal. Transparente, afilada y frágil. Podría escucharla durante horas hasta que voz se quebrase y los pedazos de ese paraíso etéreo desgarrasen dolorosamente el velo que ocultaba la realidad. Sin embargo, seguiría volviendo a ella, una y otra vez.

En ocasiones la imagina sirena. Malvada y peligrosa, le manipula y le atrapa, le envuelve en su poder. Le quiere comer. Otras veces sólo la ve como una ninfa. Demasiado bella y dulce para este mundo. Demasiado mágica.

Y es entonces cuando repara en que tan sólo se trata de un fantasma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario